Los dioses que te hirieron,
te
levantarán de nuevo.
Sófocles.
Si
vuelves un día
habítame
llanamente
sin
sentirte enviado.
Y otros
ojos, los tuyos,
verán
cuán duro me juzgaste
y verán
cuántos atajos
te
desviaron del camino.
Anímate
a abarcar
al
hombre,
desprejuiciadamente.
Y verás
un ángel sin lanza,
sólo con
un arpa...
y verás
que destiñe el negro
y
aparecen blancos.
Trata de
entrar
en mi
conciencia,
sin
buscar tu espejo sacro.
Y tal
vez puedas
hermano,
amigo...
cambiar
sentencias
por
indultos.
Publicado en mi libro "De sentires y sentires". 2008
No hay comentarios.:
Publicar un comentario