A
mi Luli que ocupa un lugar
muy especial
en mi corazón
Esa miradita fija, llena de ternura,
me desgaja excluyendo al resto
del entorno.
Se mete en mí y me recuerda
los oídos de la arena que todo lo saben
cuando la toco.
Siento que nada debo decir a su mirada
y dejo los labios quietos para que ella llegue
adonde quiera llegar, complacida...
Y mis entrañas se sienten invadidas
por un sentimiento
que cree... ante tanta simpatía
que se puede llegar a morir de amor.
Publicado en mi libro "De sentirs y sentires". 2008
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