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miércoles, 26 de noviembre de 2014

DEDICATORIA Y PRÓLOGO DE "DE SENTIRES Y SENTIRES"

A mi hermano Gustavo José y Candu.
Saben de mi especial afecto.

A Ramiro Novillo y Magui,
Edgard Ferreyra y Grace,
Abel Granillo y Raquel.
Amigos con estirpe de amigos.

 A mis nietos María Victoria, Candelaria, Josefina
 y especialmente a Joaquín, Lucía y Milagros,
 últimos en nacer.
Y a los que van a venir porque también los amo.

A mis hijos, siempre.
Coty y Juan Manuel,
Charly y Tati,
Beli y Diego,
Sofi
y al Gordo.



  Quiero también dejar mi reconocimiento a quienes quedaron en mis poemas, a quienes me quieren, a los que con sólo ser, me ayudaron a vivir, a los que me hicieron feliz, a los que me contuvieron, a los que me consolaron, a los que no me faltaron nunca, a los que confiaron, a los que creyeron, a los que no necesitaron que explicara nada, y que por todo eso tendrán mi gratitud y afecto indefinidamente. Porque además, nada me pidieron ni  esperaron nada de mí... sólo estuvieron cuando tuvieron que estar.





A manera de prólogo:

LA POESÍA

Y fue a esa edad... Llegó la poesía a buscarme.
No sé, no sé de dónde salió,
de invierno o río.
No sé cómo ni cuándo,
no, no eran voces, no eran palabras, ni silencio,
pero desde una calle me llamaba,
desde las ramas de la noche,
de pronto entre los otros,
entre fuegos violentos
o regresando solo,
allí estaba sin rostro
y me tocaba.

Yo no sabía qué decir, mi boca no sabía nombrar,
mis ojos eran ciegos,
y algo golpeaba en mi alma,
fiebre o alas perdidas,
y me fui haciendo solo,
descifrando aquella quemadura,
y escribí la primera línea vaga,
vaga, sin cuerpo, pura tontería,
pura sabiduría
del que no sabe nada,
y vi de pronto el cielo desgranado
y abierto, planetas,
plantaciones palpitantes,
la sombra perforada,
acribillada por flechas, fuego y flores,
la noche arrolladora, el universo.

Y yo, mínimo ser,
ebrio del gran vacío constelado,
a semejanza, a imagen del misterio,
me sentí parte pura del abismo,
rodé con las estrellas,
mi corazón se desató en el viento.

Pablo Neruda









  Quién pudiera, como Neruda, mostrar los sentires tal cual se sienten, con esa belleza y plenitud. Forma tan exacta de expresar lo que nace del alma, dejando que otros lo sientan como un sentimiento propio.
  Salvando distancias y perdiendo respetos, me animo a identificarme con esa forma de sentir los comienzos, de explicarme porqué y cómo fue que llegué a escribir. Sentir en mí, como el gran poeta, que la poesía me tocó un día sin que yo la buscara... que me tocó y me miró con tolerancia. También me fui haciendo solo, pero con una guía invalorable: mi hermana Marta Elena. Y sentí que la poesía me dejó volar por espacios jamás pensados y advertir que “yo, mínimo ser”, verdaderamente mínimo en mi caso y no en el del poeta, pude llegar a sentirme en ella, parte del universo, de abismos y de vientos. Sólo en eso podría compararme con Pablo Neruda a quien rindo acá mi homenaje y canto mi admiración por él.

  Y quiero compartir con poetas y lectores (también poetas) ese estado del corazón capaz de sentir en poesía cada momento de la vida.

 

                                                                                                         Carlos Justino Caballero


TRATAS DE OLVIDAR



Tratas de olvidar
y no hay olvido.
Sólo el esfuerzo puesto
en parir la dicha,
es lo que late
sobre la dicha muerta.
Y la dicha, muerta a los pies,
se fue por causas ajenas
a tanto ardor,
a tanto celo.
Y así, muerta la dicha,
solo sientes
que tú también te mueres...
                                           de a poquito.



Publicado en mi libro "De sentires y sentires". 2008                       

ESCRIBO


Escribo hacia adelante, como siento
y trato de vivir en consecuencia,
buscando clemencia en lo divino
a la dolorosa verdad de ser humano.

Recorro distancias ya sabiendo
que nacerán heridas al andarlas,
alas quebradas por guijarros
o laceraciones más hondas en el alma.

Escribo a un sol dueño de brillos
para despojar de sombras mi horizonte
y para que sólo anochezca en la certeza
de saber de un ocaso que se duerme
sobre esos velados resplandores
que confunden crepúsculos y auroras.



Publicado en mi libro "De sentires y sentires". 2008

AL NIÑO DE BELÉN



¿Qué podría yo decir del Niño
que entre astros, reyes y pastores,
tocó Belén en el inicio?
¿Qué podría yo cantarle,
después de tantos himnos y alabanzas,
sin quedar desairado ante los cielos?

Si siendo yo tan nada, nada le dijese
seguiría siendo nada, mas...
si me inclino, aun con fe exigua,
acaso me cautive su ternura,
me inspire voces de amor
y tal vez
me deje llegar a acompañarlo.

Si mudase en humildad mi ser de roca
-como de roca humilde fue su cuna-
y no aspirase a palabras cortesanas
sino al brote de amor que hoy en mí late,
se placería de mí, yo lo presiento.
Y desde esta convicción doblo mi frente
y me arrimo a decirle despacito, susurrando...
mi Niño, mi Señor, mi Dios,
desde esta mi miseria... ¡yo Te amo!



Publicado en mi libro "De sentires y sentires". 2008

CANCION DE CUNA PARA JOAQUIN


                               A Joaquín, mi nieto, 
                                                   que está por nacer.

Duerme, mi niño, mientras te abrazo
con tus ojitos contando estrellas,
que yo velaré tu sueño
mientras te canto,
mientras te canto.

Duerme, pequeño, mientras te acuno
con tu sonrisa besando el cielo,
que yo besaré tu frente
mientras te duermes,
mientras te duermes.

Duerme, mi niño, que yo te amo
mientras me abrazas con tu dulzura,
que yo cuidaré tu noche... y en la mañana
te daré un beso,
te daré un beso.



Publicado en mi libro "De sentires y sentires". 2008

ESA MIRADA


                                             A mi Luli que ocupa un lugar
                                            muy especial en mi corazón

Esa miradita fija, llena de ternura,
me desgaja excluyendo al resto
del entorno.
Se mete en mí y me recuerda
los oídos de la arena que todo lo saben
cuando la toco.

Siento que nada debo decir a su mirada
y dejo los labios quietos para que ella llegue
adonde quiera llegar, complacida...
Y mis entrañas se sienten invadidas
por un sentimiento
que cree... ante tanta simpatía
que se puede llegar a morir de amor.



Publicado en mi libro "De sentirs y sentires". 2008

A JOSÉ, “EL GORDO”, MI HIJO

                                       en un día especial.

Hay cosas que de mí percibes
por los años pasados a mi lado,
cosas que a veces te he contado
y que manan de mi alma sin esfuerzo.

Te quiero, hijo, yo te quiero
y sé que me quieres en tu alma,
me quieres en tu trato cotidiano
y en la sombra viril de tu mirada.

Me llena de orgullo ser tu padre
y es bueno que lo clame y que me escuchen
para que tú que ya lo sabes lo valides
y lo sepan también quienes te aman.

Y quiero pedirte me perdones
esas fallas con que puedo haberte herido,
que yo ya he perdonado alguna tuya
si bien debí buscar para encontrarla.

¡Te quiero hijo! ¿Qué más puedo decirte?
Si la esencia vital de esas palabras
encierra al amigo, al compañero,
y al esfuerzo cotidiano por ser PADRE. 



Publicado en mi libro "De sentires y sentires". 2008