A Francisco L. Bernárdez
En una tarde estival
conocí tu rostro, poeta,
y mi alma púber
ingresó asombrada
a tu poesía.
Junto a Barranca Yaco,
en tu morada de respiros,
tus sonetos al amor
colmaron mi ser inquieto
con ilusiones.
Inmerso por impulso
en tus halos fascinantes
de voces que jugaban
en cadencias
armónicas,
empecé a trazar mis letras,
mis letras
balbuceantes,
que serían con los años
alicientes de mi alma.
¡Gracias!
Publicado en mi libro "De sentires y sentires". 2008
Carlos Justino, tus libros son docencia. Y ese poema que homenajea a Bernárdez
ResponderBorraruno de los nuestros, te enalteces.
Felicidades Poeta.